La Aldea de San Nicolás en Gran Canaria
Al oeste de Gran Canaria y en una de las últimas reservas agrícola-paisajísticas de esta isla se encuentra La Aldea de San Nicolás, el tercer municipio en extensión con 32 kilómetros de costa, y los municipios circundantes de Artenara, Tejeda y Mogán. En esta zona se localiza uno de los asentamientos aborígenes más importantes, el Poblado de Caserones, del que quedan algunos restos de las cerca de mil casas aborígenes que hubo.
Este territorio, el más antiguo de Gran Canaria (14 a 13.4 millones de años), está protegido en un 98% con lugares como el Parque Natural de Tamadaba, Parque Rural del Nublo, la Reserva Natural Integral de Inagua y la Reserva Natural Especial de Güi Güi. Hay una gran riqueza de especies autóctonas de flora, entre ellas la Montaña de Los Cedros, donde está el último reducto de cedro canario.
En esta costa se intercalan playas de piedra, de arena y pequeñas calas que todavía no saben lo que es la masificación del turismo y en el pueblo, casas de piedra y barro y casas balcón como la Casa Balcón, primera del casco urbano, Casas Blancas o la Casa del Corredor. Además la bonita Parroquia de San Nicolás de Tolentino y el Museo Vivo, con escenificación de la cultura y tradiciones que se representan en vivo en distintos lugares del pueblo.
En la Aldea de San Nicolás también destacan parques como el Rubén Díaz, El Chozo, en un bosque de tarahales a pocos metros del mar y el parque temático de cactus más grande de Europa, Cactualdea. También merece la pena ver los 5 molinos harineros restaurados, dos de agua y tres de viento. Uno de ellos, el Molino de agua de La Rapadura o Molino de La Ladera funciona, ofrece visitas y tiene un museo de aperos de labranza relacionados con los cereales.
La Aldea de San Nicolás celebra cada 9 de septiembre la Bajada de la Rama y dos días más tarde, El Charco, símbolo de este pueblo. Esta fiesta es una de las manifestaciones festivas más importantes que se celebran en Canarias y tiene su origen en la embarbascada, técnica de pesca aborigen que consistía en aturdir con el látex de la tabaiba y el cardón a los peces que estaban en los charcos para luego cogerlos con las manos.
Y como este lugar es único también tiene una rica gastronomía a base de pescados y mariscos frescos, pero sobre todo un plato propio creado en la Playa de Tasarte, la Ropa Vieja de Pulpo, hecha con pulpo, cebolla, zanahoria, tomate y garbanzos.
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