El ataque pirata de Xabán Arráez en 1593

Xaban Arraez

El año 1593 ya se presentaba nefasto para la isla de Fuerteventura debido a la escasez de lluvias y para desgracia de sus habitantes el 1 de Julio sufrieron el ataque de 230 piratas berberiscos, cuyo contingente llegó a bordo de al menos siete galeras y varios bergantines comandados por Xabán Arráez.

Los piratas llevaron a cabo una incursión punitiva contra los esclavistas españoles, que organizaban frecuentemente expediciones para capturar moriscos en la costa noroeste de África, siendo sus principales objetivo destruir las ciudades a su paso y capturar a todos los civiles posibles para luego venderlos como esclavos en el mercado de Argel.

Su primer objetivo fue el Valle de Santa Inés, lugar donde los piratas saquearon todos los objetos de valor, incluyendo una imagen de la Virgen, sin encontrar resistencia alguna debido a que la mayor parte de los habitantes se encontraba trabajando en las sementeras.

Al conocer la noticia los habitantes de la capital desalojaron Betancuria a toda prisa y se refugiaron en cuevas, montañas y cualquier lugar lejos de los piratas, además de ocultar todos los objetos valiosos que pudieron.

Una vez que el Capitán General Luis de la Cueva conoció la noticia del ataque comenzó la tarea de repelerlos, reuniendo a las tropas destacadas en el acuartelamiento de El Presidio (en Las Palmas) y reuniendo 240 soldados. A su vez en Fuerteventura el Capitán Ortiz de Zambrana trataba de combatirlos con menos tropas mediante una guerra de guerrillas.

Los hombre de Luis de la Cueva llegaron a la altura de la montaña de Siete Fuentes donde se toparon con un reducido grupo de piratas a los que persiguieron, pero se trataba de una trampa por parte de los piratas, quienes esperaban ocultos a los soldados. La derrota de los militares fue aplastante debido al elemento sorpresa, obligando a los supervivientes a huir de regreso a sus barcos.

Después de esta fácil victoria Xabán Arráez decidió emprender el viaje de vuelta a Argel, no sin antes incendiar todos los edificios importantes que encontró a su paso y llevándose consigo a 60 majoreros para venderlos como esclavos. Betancuria quedó arrasada y durante un tiempo la isla estuvo casi deshabitada, siendo recordado como uno de los episodios más negros de la historia de Fuerteventura.

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