El Roque Cano en la Gomera

A veces resulta increíble lo que nos puede deparar la madre naturaleza. Formaciones rocosas, en este caso, de las que sólo cabe preguntarse cómo demonios han podido llegar hasta ahí. En Canarias esta pregunta a veces, en la mayoría de las ocasiones, se contesta echándole la culpa directamente a las actividades volcánicas de estas islas hace miles de años.

Una de estas formaciones rocosas la encontramos cerca del pueblo de Vallehermoso, en la isla de la Gomera. Se trata del Roque Cano, una roca de grandes dimensiones, rodeado de un espacio natural protegido. Realmente se trata de un impresionante monolito, con paredes que llegan a alcanzar los 250 metros de desnivel.

Para muchos, el Roque Cano es uno de los símbolos del norte de la Gomera. A su alrededor podéis hacer muchas rutas de senderismo. Precisamente desde Vallehermoso hasta llegar a la altura del roque se suele tardar más o menos una hora. Es un recorrido muy agradable, con unas preciosas vistas de todo el valle. Y ni que decir tiene que, al llegar al roque, hay que quedarse un rato contemplando su presencia poderosa.

Además de la impresionante formación rocosa, en las inmediaciones del Roque Cano tenemos que saber apreciar otros elementos de interés. Presenta una flora rara y en algunos casos en peligro de extinción, como el Senecio gomero, propio de esta isla.

Y es que hay que tener en cuenta que estamos pisando quizás la parte más antigua de la isla, ya que el Roque Cano se puede tildar de chimenea volcánica, aunque en la Gomera no se conocen erupciones volcánicas desde hace millones de años. Está claro que por muchas y variadas razones, no se puede dejar de mirar el Roque Cano en ningún momento de nuestra visita.

Estando a sus pies veréis allá abajo, sumido en el barranco, el pueblo de Vallehermoso. Tanto si tenéis la oportunidad de verlo desde abajo, como si subís hasta él, el Roque Cano impresiona. Uno de los lugares más antiguos de la Gomera, y yo creo que de buena parte de Europa.

Foto Vía Olaf Sc