Costa del Rubicón, arqueología de San Marcial

En la Costa del Rubicón se inició la conquista y colonización de la isla de Lanzarote en el siglo XV. A las órdenes de Jean de Bethencourt y Gadifer de La Salle, los normandos fundaron San Marcial del Rubicón, el primer asentamiento europeo de Canarias o lo que es lo mismo:la primera ciudad europea de Canarias. El nombre de Rubicón viene del latín rubico que significa rojo y se debe a la existencia de la Montaña Roja, un volcán de color rojizo que se puede ver desde el mar.

En la zona arqueológica de San Marcial del Rubicón, con una superficie de 25 mil metros, se puede ver la herencia que nos han dejado las dos culturas: europeos y aborígenes que a través de un pacto dejaron que allí se instalaran los conquistadores. Pozos, Torre, Iglesia y Necrópolis son las zonas más definidas de este conjunto arqueológico.

Tampoco faltan los grabados rupestres del pueblo aborigen y las construcciones de la población nativa que convivió con los europeos. En el Pozo de la Cruz hay una serie de grabados rupestres entre los que destaca la figura de la diosa fenicia Tanit.

La Cruz de San Marcial es el lugar donde se encontraba la primera iglesia y por donde baja el barranco estaban los pozos que dan nombre a la playa. En lo alto de la colina estaba la torre.

El yacimiento está ubicado en el municipio de Yaiza y está dividido en varios sectores:

• Séctor 1: Los pozos. En la desembocadura del barranco hay 4 llamados de San Marcial, de la Cruz, de la Pila y de las Cabras. Todos ellos con galería, recámara y brocal por donde sacar el agua.
• Séctor 2: La Torre.
• Séctor 3: La Iglesia.
• Séctor 4: Zona fabril.
• Séctor 5: Estructuras rectangulares y que podían ser las habitaciones de los normandos.
• Séctor 6: Área aborigen.
• Séctor 7: Necrópolis

Esta zona arqueológica se puede visitar todo el año desde las 09:00 hasta las 19:00.

Además de este yacimiento arqueológico, hay que saber que esta zona es muy apreciada por los amantes de las playas y del naturismo. Las playas y calas que hay entre Punta Limones y Punta del Papagayo son el motivo. Las más conocidas sin duda son Playa Blanca, donde en uno de sus acantilados, se alza el Castillo de las Coloradas. Esta fortificación es del siglo XVIII y se levantó para defender el estrecho que separa Lanzarote y Fuerteventura de los ataques piratas. La otra playa, más salvaje y solitaria es Playa de Papagayo.

En la costa del Rubicón se dan cita los submarinistas ya que sus aguas claras y transparentes permiten divisar diversas especies vegetales, de invertebrados y hasta 60 tipos de peces. Tampoco te resultará difícil ver alguna tortuga marina y alguno de los cetáceos que viven en las aguas del archipiélago: el delfín, el cachalote o el calderón tropical.

Hablan de situación estratégica, pero… con tanta belleza no es de extrañar que los normandos decidieran quedarse aquí.